Pérez Prado ¡Gran genio musical!

Pérez Prado ¡Gran genio musical!

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Pérez Prado ¡Gran genio musical!
« : Abril 22, 2017, 06:24:36 am »



Por Rafael Bassi Labarrera

 en este año 2017 se conmemora el Centenario del natalicio del genial músico cubano Dámaso Pérez Prado y la editorial SantoBassilon se une a la celebración con la presentación del libro Perez Prado ¡Que rico el mambo!

1.- Santana, ¿porque un libro sobre Pérez Prado?

R/ Soy de la generación de la salsa de comienzos de los setenta en Medellín, a donde me llevaron mis padres a estudiar estudios superiores [soy nacido en San Andrés, isla]. En programas radiales de salsa escuchaba los mambos de Pérez Prado que se colaban como los numerados 5 y 8 y, sobre todo, Qué rico el Mambo. Pero en esos años la que sonaba por todos los lados era el Mambo del Mercado la Merced y ahí quedé atrapado. Desde entonces, he sido un admirador de Pérez Prado y su obra. Cuando celebramos en 2007 su natalicio 90, me propuse escribir un ensayo que quedó inconcluso y fue publicado en varios periódicos y revistas. A partir de ese año comencé una recopilación discográfica y bibliográfica sobre el matancero para “algún día escribir algo extenso”. El año anterior algunos amigos me motivaron para que por fin me decidiera a escribirlo y se aprovechara la coyuntura del centenario, teniendo en cuenta en que sólo había un libro biográfico escrito por el mexicano Carlos Justo Sierra, sin reedición posible, y unos ensayos sobre el mambo recopilados por Radamés Giro. Luego me llegó el libro de Yanira Marimón y Ulises Rodríguez, y la motivación fue definitiva porque por fin se corroboraba su fecha de nacimiento –el 11 de diciembre de 1917 y en 1916 como siempre se dijo- y el ensayo de Pérez Firmat me animaba a comenzar la faena de escritura. Su obra no creo que la olvidemos durante mucho tiempo, pero muchos aspectos de su vida merecen conocerse, esa es la razón de este libro.

2.- Dámaso Pérez Prado es considerado por los entendidos como un genio musical, sin embargo le tocó emigrar de su natal Cuba para lograr desarrollar sus ideas musicales. Alrededor de 1945, Pérez Prado que era reconocido por su tremenda habilidad como arreglista, comenzó a realizar sus primeros experimentos sonoros incorporando elementos de la música norteamericana a las sonoridades afrocubanas. Muchos de los músicos cubanos de ese tiempo consideraban sus ideas musicales como extravagantes. ¿Cuáles fueron sus primeras grabaciones?

R/ Las primeras grabaciones de Pérez Prado como pianista y arreglista se dieron cuando integró la Orquesta Casino de la Playa, que si se escuchan se nota que ya la idea del mambo le rodaba por la cabeza. El productor de radio Fernando Montilla le secundó la locura de grabar y le permitió hacia 1945 realizar cuatro con una orquesta que no se ha dado a conocer y que fueron publicadas en un sencillo de Discos Cafamo a su nombre, esas las consideramos en el libro como las primeras de Pérez Prado como líder, y fueron los mambos “Azuquita con leche” y “Tu ve, tu ve” y las rumba-bebop “La clave” y “Así, así”. Posteriormente la RCA Víctor le organizó en 1946 el “Conjunto Pérez Prado” para grabar con los afamados Tito Guízar y Myrta Silva. Todo esto en Cuba.

3.- Recuerdo que Pérez Prado estuvo en Barranquilla presentándose el 12 de noviembre de 1966 en el Coliseo Cubierto. Llegó a la ciudad procedente del Reinado de Belleza de Cartagena con un show denominado Ballet Momo a Go Go. ¿Qué relación encontraste de Pérez Prado con la música colombiana?

R/ La primera relación de Dámaso con la música colombiana se dio en febrero de 1950 cuando grabó, con la voz de Benny Moré, “Pachito E-che” de Alex Tovar, luego con el mismo Benny grabó “La múcura” de Salcedo. Importante fue la presencia durante una temporada en 1953 de la cantante cartagenera –pero criada en Barranquilla- Carmencita Pernett, además grabó un baión titulado “Anna” con segunda voz de Tony Camargo. Después de su primer viaje a Colombia, que como sabemos fue en noviembre de 1966, muy tardío cuando desde 1951 los empresarios lo estuvieron buscando para traerlo al país, grabó “Ay cosita linda” de Galán y luego un tema titulado “Colombia y Venezuela”. Regresó en diciembre de 1983 y solo estuvo en Bogotá y Cali, era otro Pérez Prado.

4.- Olvidado en su natal Cuba, Pérez Prado es uno de los genios musicales que más han tratado de minimizar. Se pueden revolcar en sus respectivas tumbas todos los "inventores" del mambo... pero el autentico rey del mambo es el chaparrito con Cara e'foca. ¿Cómo resolviste ese berenjenal de la invención del mambo?

R/ Cuando enfrenté en el libro sobre la paternidad del mambo, encontré que sobre el tema ya se había cortado mucha tela, con conclusiones que a la luz de nuestros días se pueden considerar definitivas. Dedico entonces en el libro a citar las diferentes fuentes, a organizar las ideas cronológicamente. Eso sí, queda claro, que hay varios creadores, desde diferentes ópticas, conceptos, o formatos orquestales –charanga, conjunto, orquesta-, pero un solo rey: Dámaso Pérez Prado, aunque por asuntos de marketing en Nueva York así llamaron a Tito Puente, Tito Rodríguez, Anselmo Sacasas, José Curbelo… No tomo posición, simplemente organicé las diferentes versiones para que el lector saque sus propias conclusiones.

 5.- El cine mexicano con su escenografía cabaretera y sus despampanantes rumberas como Ninón Sevilla, María Antonieta Pons y Tongolele, entre otras, contribuyó a que el mambo sirviera de banda sonora para el sabroso meneo de caderas de esas vedettes y los acrobacias danzarías de Resortes que fueron los monarcas del nuevo baile, que Dámaso Pérez Prado ofrecía con su orquesta y condimentaba con su "Aaaagggh..., uh!", grito de un Tarzán cubano en la selva del ritmo. ¿Cuál fue la importancia del mambo en el cine mexicano?

 R/ El mambo llegó al cine mexicano en 1949, en el cenit de la llamada “Época de oro del cine mexicano”, ya estaba iniciado el llamado “cine de las rumberas” con las citadas, quedaba atrás ese cine bucólico, a lo ranchero, caso patético películas como “Allá en el rancho grande”. El cine ahora se contextualizaba alrededor de la gran ciudad en que se estaba configurando el DF –en ese entonces con unos 3 millones de habitantes- y el mambo le dio ese vigor, esa presencia de personajes de ciudad en desarrollo. De ruleteros y de nacientes sectores de la sociedad. El mambo le dio una nueva imagen llena de frescura y vitalidad. El chaparrito cubano entregó un ritmo fresco, alegre y sensual que reunió a varias generaciones, y el cine fue culpable, además ayudó a que se conociera en Latinoamérica. Colombia es un ejemplo claro, antes de que llegaran los discos de Pérez Prado ya habíamos visto, oído y aprendido los pasos de baile en películas como “Al son del mambo” de 1950, que fue un éxito taquillero en Barranquilla, Medellín, Bogotá y Cali. Nada que hacer…

6.- El genial y temperamental músico cubano tuvo problemas en México que lo obligaron a vivir un tiempo en los Estados Unidos. La celebridad de Pérez Prado alcanzó ribetes universales en 1958 con el tema Patricia que llego al cine nada menos que en La dolce vita de Federico Fellini. Además Pérez Prado fue el primer artista latino en tener un hit #1 en el "Billboard Chart" norteamericano por 26 semanas con el número titulado Cerezo Rosa. ¿Cómo fue el periplo estadounidense de Pérez Prado?

R/ El periplo Made in Usa fue definitivo, fue su proyección mundial, o mejor universal. Con la poderosa RCA Víctor que le puso a disposición los mejores estudios de Nueva York y Hollywood, con la mejor tecnología de punta, con los mejores músicos en sus instrumentos y Dámaso con su genialidad… que más podía esperarse. Lo proyectaron a Europa, Asia y el resto de América, continuando lo que ya había hecho el cine mexicano. Estuvo en Estados Unidos desde comienzos de 1954, hasta finales de 1964, una época muy productiva, donde se atrevió a otras locuras rítmicas y a desarrollar sus proyectos sinfónicos, siempre respaldado por la disquera y sus productores.

7.- Pérez Prado adquirió la nacionalidad mexicana en 1980 y falleció en la ciudad de México el 14 de septiembre de 1989. Había llegado a México en 1948. ¿Qué encontraste sobre su expulsión de México y como se dio su regreso a tierras aztecas?

R/ La expulsión se dio porque se conjugaron una serie de adversidades, desde las envidias de algunos colegas, el descuido de la actualización de su condición de inmigrante, la disputa entre empresarios que querían su exclusividad y hasta un celoso expresidente de la república amante de una de sus bailarinas que intercedió para que lo expulsaran, todo eso junto favoreció su salida. El regreso contó con la ayuda de otros empresarios, de los músicos que lo querían volver a ver, de la nostalgia por sus mambos y también por la intercedencia del presidente de turno –en 1964 era Adolfo López Mateos-. Todo eso lo relatamos en el libro como en un cuento kafkiano.

8.- Santana, cuéntanos como fue el desarrollo de este proyecto: investigación, entrevistas... Que finalmente se plasma en cuantos capítulos?

R/ Como te dije, desde hace más de 10 años venía haciéndole seguimiento bibliográfico y discográfico a Pérez Prado, obtuve unas pocas entrevistas, conté con la ayuda de invaluables colaboradores como Jaime Jaramillo, que me facilitó recortes de prensa de los años cincuenta de su presentaciones en Estados Unidos, fotografías y videos, y como Iván Ríos, colombiano que hace más de 50 años vive en México y fue amigo cercano de Dámaso. Finalmente, durante la escritura me di la licencia de numerar los capítulos como los mambos del cubano y así arranco con Mambo No. 1, Matanzas; Mambo No. 2, La Habana; Mambo No. 3, las primeras grabaciones; Mambo No. 4, México… hasta llegar al Mambo No. 16, el final. Todo un recorrido, vital, musical, cronológico, lleno de giros alrededor de sus creaciones, su genialidad y sus locuras.

9.- ¿Cuál es tu top-ten de temas de Pérez Prado?

R/ Difícil respuesta. Pero me quedo con la trascendencia de los siguientes: Mambo No. 5, Mambo No. 8, Que rico el mambo, Mambo a la Kenton, Voodoo suite, Concierto para bongó, Exotic suite of the Americas, Cerezo rosa, Pachito E-che y Dolor carabalí, estos dos últimos con el bárbaro Benny Moré.

10.- Hay tantos mitos e historias alrededor de Pérez Prado, recuerda 3 anécdotas que te hayan impactado.

R/ La primera que me impresionó fue la forma como lo buscó Igor Stravinsky en un club de Los Ángeles solo para darle la mano y decirle: “Vengo a conocer al hombre que me ha desplazado como el músico más importante del siglo”. Otro que me impactó fue cuando el productor de la disquera, Herman Díaz, le encomendó preparar una obra orquestal de corte sinfónico y al día siguiente, Pérez Prado le tenía listo la obra, la famosa “Voodoo suite”, un poema de ritmo y melodía con el trasfondo de música clásica, percusiones afrocubanas, mambo, y jazz, todo un concepto de genialidad y locura de 23 minutos de duración creado en 24 horas. La última, cuando un periodista le preguntó por qué numeraba sus mambos y certeramente le contestó: “si Beethoven numeraba sus sinfonías, ¿por qué yo no puedo numerar mis mambos?”.

11.- Un mensaje final para los futuros lectores de tu libro

R/ Hay que conocer la vida y obra de nuestros héroes musicales, Pérez Prado fue uno de los grandes de la música cubana de todos los tiempos, está inamovible en la cumbre. Los invito a compartir esta lectura, a escuchar su obra, a valorarla e impulsar los sentidos hacia dimensiones sonoras que vivieron nuestros padres en su momento y que ahora a través de tantas magias sonoras podemos disfrutar. Téngalo por seguro su música no lo decepcionará...
Se dice que todas sus composiciones son de una abuela, la evidencia es que después de la muerte de su abuela, Escalona no volvió nunca más a componer algo que sirviera, la abuela le proporcionaba los temas y el tono y él se la chiflaba a su compadre poncho cotes